Después del auge de la inteligencia artificial que hemos visto estos últimos meses, vienen el miedo y las prisas de los reguladores por controlar una tecnología que avanza a toda velocidad
Las Inteligencias artificiales generativas, como el famoso ChatGPT o Midjourney, una IA que crea imágenes asombrosamente realistas a partir de una descripción de texto, ya han entrado en nuestra vida.
Sus beneficios son enormes, pero también lo son sus potenciales peligros. La vertiginosa carrera que hay entre las empresas que las desarrollan por sacar versiones nuevas y más potentes está haciendo que los Estados empiecen a sentir vértigo por el futuro de una tecnología que no sabemos hasta dónde llegará.
«Profundos riesgos para la sociedad y la humanidad»
Hace apenas unos días más de 1.300 personas, entre los que se encuentran Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, Steve Wozniak, fundador de Apple o el historiador Yuval Noah Harari, se unían para firmar una carta abierta que pide ralentizar el desarrollo e implementación de esta IA para gestionar y controlar adecuadamente los «profundos riesgos para la sociedad y la humanidad» que suponen. Ahora, gobiernos de todo el mundo están empezando a tomar medidas para limitarlas.
Europa se pone en guardia
Italia ha sido el primer país europeo en prohibir el uso de ChatGPT. Lo ha hecho a través de una agencia estatal conocida como Garante que acusó a OpenAI la empresa creadora de ChatGPT y Dall-e que está respaldada por miles de millones de Microsoft de exponer a los usuarios al contenido de la plataforma sin comprobar antes su edad.
China la regula con puño de hierro
China ha optado por una política de defensa de sus valores similar a la que propone Barrot, pero teñida por su miedo al aperturismo, al pensamiento crítico y a la confrontación de ideas. Pekín ha prohibido la entrada de ChatGPT en el país y ha apostado por desarrollar sus propias versiones.
Los clones de ChatGPT creados por los gigantes tecnológicos chinos están restringidos por la norma impuesta por Pekín que limita la investigación, el desarrollo y el uso de IAs generativas en todo lo que no se ajuste a los ideales del Partido Comunista Chino.
EEUU se lo toma con calma
A pesar de ser una de las potencias más avanzadas en inteligencia artificial, Washington sigue sin cerrar su Carta de Derechos de la IA.
Esto, según los expertos, podría tener consecuencias nefastas. Carly Kind directora del Instituto Ada Lovelace, un grupo de investigación sobre legislación declaró al New York Times que “al no establecer barreras, los responsables políticos están creando las condiciones para una carrera hacia el abismo de la inteligencia artificial irresponsable».
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PRENSA LOV/CCGuerra
Un comentario sobre «Posiciones encontradas ante el poder de la inteligencia artificial»
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