¿Qué es una persona transespecie?

Las personas transespecie son aquellas que no se sienten ni identifican como seres humanos. Si no como animales o seres mitológicos. 

De acuerdo con algunos testimonios de los transespecie, ellos son conscientes de que tienen un cuerpo humano. Sin embargo, se identifican con algo que no lo es. Sienten que están atrapados en un cuerpo que no les pertenece.

Entre los animales más comunes se encuentran los perros, gatos, caballos, pájaros, lobos y cebras. Mientras que hay registro de individuos que se creen seres mitológicos tales como unicornios, dragones, elfos e incluso ángeles.  

De hecho, se disfrazan o se realizan modificaciones corporales para que su aspecto físico coincida con “su verdadero ser”. También, modifican su comportamiento y adaptan su entorno enfocado en la especie animal con la que se identifican.

En casos extremos, algunos individuos han intentado renunciar a sus derechos como humanos para ampararse con protección animal.

Ante la poca empatía que la sociedad tiene con los hombres y mujeres transespecie, algunos comparten en sus redes fotos de su “estilo de vida”. Otros dan entrevistas para que las personas conozcan más sobre el tema y no los rechacen.

A propósito, en el año 2017 en Barcelona, España surgió una asociación llamada Transpecies Society. Esta fundación tiene el objetivo de darle voz a las personas que tienen identidades no humanas. Además, de visibilizar este tema y defender la libertad.

Transespecie, sentirte y comportarte como un animal

Los “transespecie” o “zoosexuales” pretenden que la sociedad entienda su sentimiento y sus sensaciones, porque consideran que ni su anatomía ni su morfología define su especie animal. Ellos no se sienten humanos.

De hecho, han dado un paso más quieren renunciar a sus derechos humanos para ser amparados por los de protección animal. Quieren ser reconocidos y aceptados sin ser juzgados por sentirse animales presos en un cuerpo humano.

No hay estudios que investiguen directamente el tema. Este año, la OMS (Organización Mundial de la Salud), publicó una nueva edición de una guía llamada Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados de la salud (DCI en inglés). En la publicación hubo una novedad: el término transexual fue eliminado como trastorno mental y de comportamiento.

Esto significa que la comunidad internacional poco a poco abandona el hermetismo. Pues anteriormente, los transgéneros y transexuales pasaban por un diagnóstico que «comprobaba su enfermedad mental» para poder acceder a servicios médicos.

Ahora serán reconocidos como individuos con incongruencia de género, término al que se les atribuye en la clasificación de la Asociación estadounidense de Psiquiatría. Se trata de disforia de género, que no constituye una enfermedad mental sino un malestar asociado a su condición.

El camino ha sido largo para la comunidad LGBTI. ¿Qué será para la transespecie? Aunque los números de casos no estén registrados en el mundo, se les relaciona con el mismo diagnóstico psiquiátrico tomando en cuenta que es la discordancia entre el sexo biológicamente asignado con el identificado.

Empatía y antropoformismo

Si una persona se comporta como un gato, caballo, lagarto, incluso dragón, su capacidad de relacionarse con el entorno traspasa la realidad. De hecho, ser como el último «animal» mencionado, es en realidad ser un otherkin, lo mismo que transespecie pero con criaturas mitológicas.

La relación de la humanidad con los animales es ubicua. Desde las pinturas rupestres hasta la actualidad, hay una conexión como la del antropomorfismo, que es otorgar cualidades humanas a cosas o especies y la empatía, como explicamos en un artículo, es la capacidad cognitiva de generar lazos a través de comportamientos.

¿Acaso la transespecie nace de allí?

No se sabe a ciencia cierta hasta los momentos pero sí es influida porque las historias de aquellas personas que se identifican como no humanos, interpretan ese rol desde una perspectiva humanizada.

Fetichismo

Una de las características relacionadas con los transespecie, además de lo descrito en el párrafo anterior, es el fetiche por usar un accesorio o vestir una prenda alusiva a un animal determinado.

En Estados Unidos hay competencias donde los participantes lucen y se comportan como caballos o como se les dice en inglés, pony play y a perros, puppy play.

En ambos, prevalece un elemento fetichista. Especialmente en el pony play. El cuero, el freno en la boca, cadenas y de más, son juguetes que usualmente son utilizados por parejas con fines sexuales.

Derechos

Aunque ningún país del mundo reconozca a un transespecie como tal, es posible que si algún día llegue a suceder, la persona no sería reconocida por la sociedad. Por lo tanto, sus derechos humanos serían nulos.

Se sienten ajenos a sus cuerpos y creen que estos son meros vehículos para andar por la vida. Algunos se identifican con perros u otros animales, mientras que también hay quien lo hace con criaturas mitológicas como dragones o unicornios e incluso con objetos.

Son las personas transespecie, también denominados otherkin, invidividuos que están convencidos de que poseen una identidad parcial o totalmente no humana. Algunos prefieren no compartir esto en público, pero otros viven sus vidas de la manera más acorde con su realidad.  

Estas personas defienden que son de otra especie. Una parte del colectivo se centra en que las diferencias son espirituales y otra habla de que incluso la genética los separa de los seres humanos corrientes.

El autor Jhosep P. Laycock escribió sobre este fenómeno en su libro Nova Religo: The Journal of the Alternative and Emergent Religion, detallando que algunos otherkin explicaban lo que les sucedía a través de la reencarnación, porque aseguran que tienen un alma no humana. Es decir, que algo falló en la cadena. 

Un trastorno mental

Algunos miembros de la comunidad han llegado a describir que padecen el conocido síndrome del miembro fantasma, muy común entre las personas que han sufrido amputaciones. Así, por ejemplo, hay otherkin que sienten una cola, alas o tentáculos que no tienen ni han tenido nunca. 

Para ellos es incuestionable lo que sienten y viven a diario, pero los psiquiatras son contundentes con este movimiento: deriva de alguna enfermedad mental. Aseveran que se trata de ilusiones que crean ellos mismos a causa de alguna patología como bipolaridad, esquizofrenia o licantropía clínica. 

El fenómeno de los “transespecie” en aumento

Un grupo de personas que se autoperciben perros se reunió en Berlín, Alemania. Un fenómeno se replica en varias partes del mundo y cada vez suma más adeptos que quieren ser reconocidos como gatos, caballos, pájaros, o seres mitológicos. 

Cada vez más personas en el mundo se sienten identificadas con animales, se replica en diferentes partes del mundo con más frecuencia.

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Prensa LOV/CCGuerra