Previa a la inhumación del astrofísico Héctor Rojas en el Panteón del estado Zulia, se realizó el Círculo de Reflexión acerca de la Vida y Obra de este científico marabino, el pasado miércoles 29 de enero de 2025, con la participación de comunicadores sociales, representantes de medios y redes sociales, e invitados especiales.
La disertación estuvo a cargo de la jefe de la Unidad Individual de Número de la Academia de Historia del Zulia, sillón XIX, Bertilda Schlingmann, quien describió al insigne zuliano como «Un simple mortal excepcional», basado en sus investigaciones y en la humildad que caracterizó la personalidad de quien llegó a ocupar un puesto relevante en la NASA, por sus siglas en inglés de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, de los EE.UU.
Influenciado por su madre, Isabel Rojas, Héctor, quien nació en Maracaibo el 10 de junio de 1928, se destacó en sus estudios desde muy niño y trascendió fronteras para continuar con su preparación profesional en la Academia de Ciencias en la Universidad de París.
Un hecho trivial para muchos, llamaría la atención de la NASA de este joven talentoso. Héctor Rojas se atrevió a corregir los detalles de un mapa lunar publicado en fechas de la era espacial. Aquella proeza lo llevó a formar parte del proyecto Apolo, y fue el encargado de calcular el alunizaje del Apolo 11, misión que llevaría al hombre al satélite natural de la Tierra.
Schlingmann destacó esa trayectoria del joven científico zuliano que ya era protagonista de titulares de prensa. Incluso se aseveró que formaría parte de los astronautas del primer vuelo a la luna, pero que, entre humildad y sinceridad, el rechazó la propuesta al decir que su cuerpo débil no soportaría las presiones que exige un viaje al espacio.
En esta ocasión la exposición de la historiadora tocó mas el aspecto humano de Héctor Rojas, criado en una familia pobre de recursos materiales pero rica en valores espirituales. «La pobreza no puede ser el límite de los sueños», y este joven zuliano es muestra de la perseverancia, la disciplina y de que al tener metas claras, no hay límites para alcanzarlas.
Pierre Monteagudo, escritor español-venezolano, único biógrafo del científico zuliano, autor de Expediente Rojas, dijo del joven:
«Ni en la NASA ni en la OTAN, ni siquiera en las instituciones de Venezuela queda rastro de Héctor Rojas, un genio astrofísico venezolano que trabajó para el proyecto Apolo 11 y que, sin cuya colaboración, no hubiera sido posible la llegada del hombre a la Luna tal y como hoy se recuerda. Fue el encargado de realizar los cálculos que aseguraban la vida de los astronautas en el alunizaje».
Así de importante fue este astrofísico venezolano, zuliano por excelencia. Héctor Rojas hoy cuenta con el apoyo de la Gobernación del estado Zulia y del gobernador Manuel Rosales, para honrar la memoria de este ilustre científico; sus restos serán inhumados en el Panteón Regional próximamente, también se ha decretado el Día de la Robótica en su honor, y el Instituto Zuliano de Inteligencia Artificial y Robótica lleva su nombre, Héctor Rojas.
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Nota de prensa
Prensa LOV/CCGuerra