Según ACNUR, Más de 2 millones de personas refugiadas necesitarán ser reasentadas el próximo año, según el informe de la proyección global de necesidades de reasentamiento para 2023, publicado el pasado 25 Junio.
Aumento del 36%
La cifra para 2023, representa un aumento del 36%, en comparación con las necesidades de reasentamiento de este año, que ascienden a 1,47 millones.
Este aumento se atribuye al impacto humanitario de la pandemia, la prolongación de multitud de situaciones de refugiados existentes y la emergencia de nuevas situaciones de desplazamiento durante el pasado año.
La mayoría de las necesidades en 2023, vendrán de países de asilo en el continente africano, donde se estima que unas 662.012 personas refugiadas necesitan ser reasentadas.
¿En que consiste el reasentamiento?
El reasentamiento, que consiste en el traslado de personas refugiadas de un país de asilo a otro, que está de acuerdo en admitirlos y garantizarles una residencia permanente, solo está disponible para una fracción mínima de los refugiados del mundo.
Durante el pico de la pandemia en 2020, el reasentamiento de refugiados se desplomó a mínimos históricos con solo 22.800 partidas durante ese año.
Si bien las partidas prácticamente se duplicaron en 2021 (39.266), ACNUR hace un llamamiento a los Estados para que ayuden a estrechar la diferencia entre el número de personas que necesitan reasentamiento y las plazas disponibles.
Compromisos de reasentamiento previsibles y plurianuales
ACNUR, solicita a los Estados que realicen compromisos de reasentamiento previsibles y plurianuales. También pide, que las cuotas de reasentamiento se mantengan flexibles, para que las plazas puedan asignarse en base a las necesidades urgentes y de emergencia en todo el mundo.
ACNUR, llama a los Estados a acelerar los procesos de reasentamiento y los trámites de salida, así como a reforzar de forma sostenible su capacidad para la tramitación de casos y sus estructuras de acogida.
El reasentamiento, sigue siendo una herramienta imprescindible que salva vidas, al garantizar la protección de algunas de las personas que sufren un mayor riesgo o que tienen necesidades específicas que no pueden ser abordadas en el país en el que han buscado protección.
De todas las personas refugiadas propuestas por ACNUR, para su reasentamiento el pasado año, el 37 por ciento tenían necesidades de protección legal y física, el 32 por ciento eran supervivientes de violencia y/o torturas y el 17 por ciento eran mujeres, adolescentes, niñas y niños en situación de riesgo.
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PRENSA LOV/CCGuerra