La Conferencia de Donantes de la ONU concluyó con noticias positivas para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), con el anuncio de que 118 países reanudarán la financiación a la agencia, después de que las acusaciones del Gobierno de Israel sobre la presunta participación de trabajadores del organismo en los ataques del 7 de octubre provocaran el congelamiento de las donaciones. Estados Unidos y el Reino Unido siguen reacios a restablecer sus contribuciones.
«Déjenme ser claro, no hay alterativa a la UNRWA«, expresó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ante los asistentes a la conferencia sostenida este 12 de julio en Nueva York, urgiendo a los países del mundo retomar el financiamiento a la agencia que vela por los desplazados palestinos, con el objetivo de «proteger» la existencia de la institución, a su personal y su mandato en la Franja de Gaza.
En la apertura de la conferencia, Guterres encabezó un homenaje a los miembros de la UNRWA que han perdido la vida dentro del enclave palestino, producto de los bombardeos indiscriminados israelíes. Desde el 7 de octubre, alrededor de 195 personas ligadas con la agencia han muerto en la Franja de Gaza.
Sin embargo, el secretario general subrayó que los trabajadores de la UNRWA «también son objeto de otros ataques», haciendo referencia al aumento de «protestas cada vez más violentas y virulentas campañas de desinformación», según palabras del diplomático portugués, quien también describió a la agencia como la «columna vertebral de toda la respuesta humanitaria en Gaza».
Tras el cierre de la conferencia, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, confirmó que 118 naciones que habían detenido su financiación a la agencia tras los escándalos propagados por Tel Aviv, reanudarían sus contribuciones monetarias. Lazzarini explicó, aliviado, que las donaciones recibidas este 12 de julio son suficientes para que la agencia siga operando con normalidad, por lo menos hasta septiembre.
«Creo que hoy hemos recibido un mensaje poderoso de solidaridad», sentenció la cabeza de la UNRWA.
Aunque más de la mitad de los Estados miembro de Naciones Unidas tomaron la decisión de retomar su financiación a la UNRWA, dos de sus donatarios más importantes, Estados Unidos y Reino Unido, aún se abstienen, aunque la postura del nuevo gobierno británico encabezado por Keir Starmer estaría «reconsiderando seriamente retomar la financiación», según reveló la embajadora británica en Naciones Unidas, Barbara Woodward, en la conferencia.
La historia de Washington, tradicional aliado de Tel Aviv, es diferente, ya que no podría reanudar la financiación hacia la UNRWA hasta marzo de 2025, después de que el congreso estadounidense votó en marzo pasado en contra de proseguir las donaciones a la agencia.
Israel acusa, sin pruebas, a la UNRWA de estar aliada con Hamás
La crisis financiera de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, de la que dependen entre el 70% y el 80% de los servicios médicos en Gaza así como una gran parte de los niños gazatíes en edad escolar que estaban matriculados en sus escuelas antes de la guerra, comenzó en enero, cuando el Gobierno de Benjamin Netanyahu acusó públicamente a más de una docena de empleados de la UNRWA por supuestamente ser participes en los ataques del 7 de octubre.
En sus acusaciones, el Gobierno israelí señaló a numerosos trabajadores de la agencia por colaborar, de alguna u otra manera, con Hamás durante el ataque. A uno lo acusaron de participar en el secuestro de una mujer, a otro de estar involucrado directamente en una de las masacres dentro de los kibbutz, describiéndolos a todos de ser «miembros de Hamás». Otros 190 trabajadores también fueron acusados de proveer inteligencia y asistencia indirecta a la milicia.
La UNRWA afirmó haber despedido a la mayor parte de los trabajadores involucrados directamente, solo excluyendo a los que ya habían muerto, además de comprometerse a iniciar una investigación externa. En marzo, Israel confirmó que contaba con pruebas que sostenían acusaciones similares en contra de otros cuatro.
Todo ello provocó que países como Alemania, Japón, Estados Unidos y Reino Unido, junto con más de un centenar, detuvieran la financiación hacia la agencia, poniendo su continuidad en duda en medio de una de las peores crisis de desplazados internos que jamás se han experimentado, no solo en la Franja de Gaza, pero en todo el mundo.
Sin embargo, las investigaciones continuaron, y las pruebas siguen sin salir. Naciones Unidas encomendó a un equipo independiente compuesto por numerosas organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos humanos para que realizará investigaciones externas sobre las acusaciones de Israel, y en abril, publicaron los hallazgos: no existen pruebas que sostengan los alegatos israelíes.
«Las autoridades israelíes no han proporcionado hasta la fecha ninguna prueba justificativa ni han respondido a las cartas de UNRWA en marzo, y de nuevo en abril, solicitando los nombres y las pruebas justificativas que permitirían a UNRWA abrir una investigación», expresó uno de los institutos designados para la investigación dentro del reporte.
Israel lanzó graves acusaciones, de las que no se conocen pruebas fehacientes hasta el momento, pero lo que si se conoce es el interés activo que tiene Tel Aviv en terminar con las operaciones de la UNRWA en territorios palestinos. Desde enero, Netanyahu ha declarado en reiteradas ocasiones que «la misión de la UNRWA debe terminar», además de vislumbrar el día después de la guerra en Gaza sin la agencia de Naciones Unidas.
Por su parte, la dirigencia del organismo dependiente de la ONU ha denunciado intensamente que sus actividades se ven en riesgo debido a la negligencia israelí por facilitar el acceso de asistencia humanitaria a la Franja de Gaza, donde la sombra de la hambruna es cada día más grande y palpita la debacle humana.
«Las peticiones de la agencia para entregar ayuda en el norte son denegadas repetidamente. A nuestro personal se le prohíbe asistir a las reuniones de coordinación entre Israel y los actores humanitarios», dijo Lazzarini durante una reunión con el Consejo de Seguridad de la ONU en abril.
La UNRWA, esencial para la supervivencia palestina
La UNRWA fue creada en 1949 por mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el contexto de la guerra árabe-israelí que explotó en 1948, con el objetivo de proveer alimentación, educación, hospedaje y asistencia médica a los más de 700.000 palestinos que fueron desplazados de sus hogares tras la creación del Estado de Israel.
Aunque también opera en la Cisjordania ocupada, la agencia de Naciones Unidas cobra una especial importancia para los millones de palestinos que habitan en la Franja de Gaza. En 2021, cifras oficiales revelaron que alrededor de 545.000 niños estaban matriculados en las instituciones educativas dirigidas por la UNRWA, hoy objetivos militares donde caen bombas israelíes, además de beneficiar a 1.7 millones de personas con asistencia humanitaria de manera rutinaria.
El organismo de la ONU para los refugiados palestinos no actúa como un mero administrador de los campos de refugiados en Gaza y Cisjordania ocupada, sino que es un agente activo en la vida cotidiana de los palestinos que, a falta de un Estado que pueda proveerles de escuelas, hospitales y demás infraestructura civil, la UNRWA entra como una válvula de alivio de la que depende la subsistencia de millones de desplazados.
En una región marcada por el conflicto, la UNRWA también es pieza fundamental para la repartición de la asistencia internacional humanitaria que solía entrar con relativa regularidad al enclave palestino. Hoy, es uno de los principales organismos que señalan a Tel Aviv por cerrar los cruces fronterizos para la asistencia humanitaria e instrumentalizar el sufrimiento humano para conseguir objetivos militares.
«El papel que desempeña la UNRWA ninguna otra organización lo puede desempeñar, ya sea en términos de brindar ayuda humanitaria a los residentes de la Franja o brindar servicios de salud y educación», mencionó el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, el pasado 9 de julio tras una reunión con el comisionado general de la UNRWA.
Después de las turbulentas y obtusas acusaciones israelíes, el mundo ha regresado su confianza a la agencia humanitaria más importante dentro de los territorios palestinos, aunque queda por ver si su principal financiador antes de la guerra, Estados Unidos, recula en su cortante y hostil posición hacia su existencia.
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Prensa LOV/CCGuerra