«Mucha gente, especialmente la ignorante, desea castigarte por decir la verdad, por ser correcto, por ser tú. Nunca te disculpes por ser correcto o por estar años delante de tú tiempo. Si estás en lo cierto y lo sabes que hable tú razón. Incluso si eres una minoría de uno sólo, la verdad sigue siendo la verdad», Mahatma Gandhi.
Cuando el río suena piedras trae dice el refranero popular, muy sabio, esclarecedor, inteligente, prudente y sensato. En mi imaginario no deja de preocuparme, —quizá le pase a muchos también—, que de llegar a concretarse la acción judicial del TSJ contra la tarjeta de la unidad, la de la manito, podríamos vernos en serios aprietos, debido al descuido, olvido o egoísmo de alguien de ignorar y no promover el uso de otras dos tarjetas de la oposición admitidas y validadas para el 28 de julio por el CNE.
No soy ni me caracteriza mucho conducirme, pensar o actuar sobre la base de elucubrar, especular o suponer que algo puede suceder en tiempo y espacio acerca de un hecho concreto que afecte o no la vida de los venezolanos. Está en juego, a mi modo de ver, el futuro del país, el de sus hijos por los próximos años.
Tampoco practico la adivinanza que es como una suerte de lotería donde debes pegarle, atinar, acertar o no al premio gordo para poder predecir hechos venideros por sí mismos o mediante el uso de sortilegios. A lo mejor habrá alguno que dirá que exagero y hago uso de la especulación periodística muy válida cuando los colegas de sucesos atan cabos, cual investigadores científicos, indagando y buscando la solución de un delito.
Creo que suponer, imaginarme y alertar acerca de la posible suerte de la tarjeta de la manito, no es especular o querer buscarle cinco patas al gato. Dentro o fuera del mundo político de nuestro país es un secreto a voces, digamos, vox populli, pensar, discutir, analizar o comentar la posibilidad que antes o cerquita del 28 de julio, el TSJ pueda salir de su silencio y diga algo que sentencie el destino de la tarjeta de la unidad democrática.
¿Será o no favorable lo que anuncien?. No lo sabemos, pero los magistrados del alto tribunal van a pronunciarse a solicitud del recurso introducido en marzo de este año por Luis Ratti, muy cercano al oficialismo, quien ha estado pidiendo una sentencia contra la condición legal de la tarjeta unitaria. Negar que el gobierno tendría su mejor trofeo en un veredicto favorable, es estar cegado o no pisar tierra firme. Esa decisión es lograr tener todas las joyas de la corona.
Su evidente animadversión contra la oposición lleva a Ratti a pedirle a la Sala Constitucional del TSJ que anule esa tarjeta que en 2015 permitió darle un revolcón al chavismo ante la Asamblea Nacional, relegándolo muy golpeado a un segundo lugar. Luego esa derrota sería revertida por el oficialismo usando subterfugios «legales» y otras maniobras que terminaron desconociendo la voluntad electoral de los venezolanos.
El argumento es que la tarjeta de la MUD no debe tener doble militancia como lo dictó el TSJ en 2018 sobre la presunción que la conformación de la Mesa de la Unidad obedecía a la agrupación de diversas organizaciones políticas. Sin embargo, la condición de invisibilidad, –especie de fantasma temporal– que tenía la tarjeta de la unidad volvió a la «legalidad» cuando el 31 de agosto de 2021, el CNE la rehabilitó como partido político de carácter nacional en razón de las elecciones regionales.
Ahora bien, lo que preocupa, angustia y provoca intranquilidad es el silencio sepulcral de los partidos que integran la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, donde a los voceros de PJ, AD, VP, Causa R, Encuentro Ciudadano, Convergencia o Copei los venezolanos no los hemos visto promover, impulsar o fomentar el uso de las otras dos tarjetas, de un total de tres, validadas y autorizadas por el CNE para sufragar por Edmundo González Urrutia.
A no ser por iniciativas de UNT y MPV, también a Voluntariados con Edmundo, enseñar a votar por las tres tarjetas pareciera no formar parte ni ser del interés
de un colectivo o alianza de las demás organizaciones opositoras integradas en la PUD. El que calla otorga. En contraste, es notable la presencia en cualquier plataforma de las redes sociales apreciar sólo la promoción de la tarjeta de la manito llamando a votar por González Urrutia, salvo, repito, que en el caso de UNT y MPV en la calle, casa a casa y en las redes sociales llaman a votar por cualquiera de las tres tarjetas.
En el peor de los escenarios, por ejemplo, llegada la posible anulación de la tarjeta de la unidad que a la aspiración reeleccionista de Miraflores, también a la dirigencia revolucionaria hoy no les permite conciliar bien el sueño, termine por favorecerlos ¿quién en la oposición asumirá la responsabilidad?. ¿Qué puede decir hoy la gran electora María Corina Machado y los partidos de la PUD?. ¿Qué esperan para llamar a votar también en las tarjetas de UNT y MPV?.
«Errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios”. No olvidemos que la inobservancia de la realidad no exime de culpas o responsabilidades a quien en conocimiento de una situación fáctica descuida, olvida y no asume la defensa de la ciudadanía tratando, diligenciando y haciendo hasta lo imposible que evite que una decisión jurídico-política ponga en peligro el interés, tranquilidad y el futuro de millones de personas confiadas en su dirigencia.
La verdad hoy es que en el asadero el «pellejo» que está expuesto es el de los venezolanos que están dentro y fuera del país. ¿Quién responderá por la anulación de cientos de miles o millones de votos que sean sufragados en la tarjeta de la manito, si, dos o tres días antes del 28 de julio, el TSJ nos propina una decisión adversa?. ¿Hay necesidad de esperar el día después?. En el Zulia decimos que después del ojo sacado no vale Santa Lucía.
¡Amanecerá y Veremos!.
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José Aranguibel Carrasco/CNP-5003
Ilustración: Feyo
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