Contando historias “La Piqueta” 53 años de deuda histórica

La ciudad de Maracaibo siempre se caracterizó por sus aromas y colores, era casas con sus ventanas grandes y techos muy altos.

Maracaibo

Creadas en 1841, así lo establece la data histórica de la ciudad. “Vargas” “Obispo Lasso”, “Urdaneta”, “Colón”, “Páez” “Aurora” fueron las primeras residencial de la ciudad.

Se convirtió en zona de valor histórico de la nación en el año 1990. Ventanas coloridas de la calle Carabobo o mejor dicho del casco central son referencia mundial.

En marzo de 1970 el viernes 20 a las 6:38 de la tarde,  frente a la Basílica llegó el vehículo presidencial, del cual bajó el propio Presidente de la República Rafael Caldera, dio inicio al acto oficial del proyecto de remodelación del casco urbano de Maracaibo.

Los voceros indicaron que este acto tenía como objetivo reactivar la economía en Maracaibo además de modernizar el perfil urbano y mejorar las condiciones de trabajo.

Nunca el Himno Nacional se entonaba para destruir la historia, demoler  la memoria colectiva, era como querer borrar quienes fuimos, por qué estamos. Se informó de la construcción de nuevas casas y edificios modernos para la zona, cuentan que  adultos mayores soltaron lagrimas pues lo que era el recuerdo de su niñez, era borrado; tal como arrancarle una página a un libro.

Sería el  1 de julio de 1971, que se concretó el derrumbe de las tres primeras manzanas, los medios de comunicación del momento fueron parte de la manipulación del momento, cosa que aún les pesa en el lomo, el recuerdo “La Piqueta”.

“La Piqueta”

“La Piqueta”. Término con el que se refiere a la demolición del barrio Saladillo, época triste para la zulianidad, algunas cuadras de la calle (Carabobo) se salvó de las manos destructoras del patrimonio.

Escasos 640 metros sobrevivieron desde la av. 2 el milagro hasta la av. 8 Páez un tramo que luego el ejecutivo del Estado el 8 de junio de 1985, lo decreta patrimonio y fue transformado  un boulevard.

Casas altas y calles estrechas, grandes puertas de madera, corredores y zaguanes, colores vivos resaltan el amarillo, verde, naranja, rojo y azul, muestran lo mejor de la buenas vibras, 70 a 80 casas que quedaron y sirven de albergue a familias, pero otras son espacios culturales.

Una de ellas es la Casa de Udón Pérez ésta aún espera por su recuperación al tiempo y al olvido, vale la pena destacar el trabajo amoroso de Alberto Rincón, el poeta un compañero de lucha  que conocimos en Luz y que desde que comenzó el programa “Yo soy Venezuela” nos escuchaba y enviaba sus poemas para que fueran leídos al aire, por demás hombre, desprendido con principios claros y firmes  de lo que debe ser el resguardo de la memoria histórica.

La calle Carabobo con sus  aceras cubiertas por adoquines permiten el paso peatonal pero no el tránsito vehicular  desde la calle 8 hasta la Obispo Lazo, que intentan perduran en el tiempo.

Historias….

Es propicio recordar el tema en este 2023,  ya han pasado 53 años y la demolición o ‘La Piqueta, fue un hecho atroz y lamentable por parte del gobierno de Rafael Caldera, quien  dio el primer ‘piquetazo’ a la casa de Julio Velazco;  sus manos  mataban la historia, y se atrevió a destruir el nicho de la Virgen de la Chinita (la casa donde apareció su imagen), sacrilegio por demás aberrante, nada se salvó incluso, pretendían tumbar la iglesia Santa Bárbara, pero los vecinos no lo permitieron.

A esta fecha, ya una historia contada que sigue con las heridas abiertas  no ha sanado, la casa de Udón Pérez espera como la mayoría de las casas que siguen resguardando los secretos del Maracaibo de ayer.

Prohibido olvidar, como prohibido también no contar este crimen histórico a las nuevas generaciones que navegan en las nuevas tecnologías y que pudieran recrear esos momentos del Maracaibo de ayer.

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Magali Briceño

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