El Plan de la Patria de 2.019 al 2.025 en su Quinto Objetivo Histórico hace énfasis en la necesidad de direccionar todas las políticas posibles tendientes a la preservación de la vida en el Planeta y la salvación de la especie humana.
De igual manera casi todos los Gobiernos del Mundo e Instituciones Internacionales como la ONU y su Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, entre otros, hoy discuten y hacen propuestas, muchas de las cuales consideran urgentes su aplicación a fin de poder detener el deterioro vertiginoso de nuestro medio ambiente.
La vorágine es implacable, llevando a niveles increíbles los ecocidios por una actitud egoísta, egocentrista, que impulsa a muchos a destruir la Amazonia, por cierto incluido en recientes foros internacionales, la búsqueda indiscriminada del oro, diamantes, carbón y otros minerales a todo lo largo y ancho del Planeta, escuchando muchas veces cosas tan nefastas como “cuando llegue el caos, ya Yo no estaré aquí”; ¿qué reflexión más egoísta que esta podemos encontrar en cuanto a lo que significa el maltrato al medio ambiente?.
El cambio climático es una realidad urgente de atender, pero no todo podemos achacárselo a la naturaleza en si misma, pues es evidente como la mano indiscriminada y la inconciencia del Ser Humano tiene en esto una gran participación, hasta el punto que incluso en estos tiempos podemos hablar aquí de pecados ambientales, es decir aquellos pecados cometidos contra la naturaleza, ya no es solamente aquello referido a lo sexual, a la carne, hoy en día hasta la indiferencia debemos revisarla y concluiremos que también es una especie de pecado, pues nos da igual si el Otro está bien o mal, si está muriendo a mi lado, lo importante es como estoy Yo y los míos.
Igual pasa con el medio ambiente, pues no me interesa las consecuencias de atentar contra este (medio ambiente); recuerdo una frase que leí en una oportunidad y hacía referencia al hecho de que muchas veces somos indiferentes ante la injusticia hasta que aquella es cometida en contra de nosotros.
Muchas veces pensamos en estos temas como algo muy lejano y que solamente corresponde a estructuras de Gobierno, Organismos Nacionales e Internacionales, déjeme decirle que es responsabilidad de todos y todas, incluso cuando vemos la quema indiscriminada en nuestros Barrios, sin importar las consecuencias que esta trae al punto y circulo de donde se desarrolla este tipo de actividad ilícita, la tala de árboles autóctonos y de vieja data en nuestros ambientes de convivencia diaria es también una participación directa en la destrucción del medio ambiente tal y como lo venimos expresando.
Lo ocurrido recientemente en Chile, específicamente en Valparaiso donde como consecuencia de un fuerte incendio forestal fallecieron más de 100 Personas, actualmente en investigaciones, muchas de las cuales preliminarmente arrojan que se pudiese tratar de la mano indiscriminada del Hombre, que lamentable seria que esta fuese la causa.
El tema ambiental está investido de un alto componente espiritual pues el amor en su máxima expresión debe mover todas las políticas para hacer realidad la defensa de nuestro Planeta. Se trata de un tema extenso, con muchas aristas y aquí solo me remito a algunas reflexiones en el marco de crear conciencia y fortalecer aquellas que están entregadas en cuerpo y alma a salvar la Pacha Mama. Debo reconocer que en nuestro Municipio Cabimas tenemos gente preparada, buenos ambientalistas que desde su trinchera siguen aportando para lograr la concreción de objetivos tan nobles.
“La naturaleza no perdona nunca, pero no porque sea vengativa, sino porque ponemos en marcha procesos de degeneración que no están en armonía con nuestro ser”, Papa Francisco.
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Dr. Pedro Duarte