La ciencia reconoce saberes ancestrales y populares en una innovadora Ley

Los cultores, cultoras científicos, tecnólogos, saberes ancestrales y cultura científica, son términos y personas que forman parte de la reforma parcial de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI), aprobada este año por mayoría calificada en la Asamblea Nacional (AN) el 17 de marzo y que entró en vigencia el 1 de abril del 2022, según publicación en la Gaceta Oficial (Extraordinaria) número N° 6.693.

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Instrumento legal

Las modificaciones del instrumento legal las explica en detalles Jeniffer Reyes, ingeniera química e Investigadora de la Fundación Instituto Zuliano de Investigaciones Tecnológicas (Inzit), señalando que se actualizaron 30 de los 66 artículos.

“Se hizo justicia social al descolonizar el conocimiento científico y permitir que se intercambie saberes en diferentes instancias o espacios, para buscar soluciones concretas a las necesidades existentes en la sociedad”, expresó Reyes.

Al respecto el presidente del Parlamento Nacional, Jorge Rodríguez, destacó que; la comunidad científica nacional ha hecho un esfuerzo invaluable desde sus laboratorios, o lugares de investigación cuya labor se proyecta como la patria se merece.

La inclusión como prioridad

Lo resaltante de esta Ley-para la investigadora del INZIT- es que ahora involucra a todas las personas, instituciones públicas y privadas, que generan y transfieren sus conocimientos científicos- tecnológicos y de innovación (incluyendo sus aplicaciones) en beneficio del desarrollo económico; así como de bienes y servicios de la nación.

Un punto relevante refiere la ingeniera Reyes es que la ciencia en esta ley “es concebida como un derecho humano, constituido por el conjunto de conocimientos académicos o tradicionales, ancestrales, populares y colectivos; ciertos, ordenados y probables, útiles para la construcción de nuevos conocimientos o aplicaciones con el propósito de su empleo en el beneficio de la sociedad”.

Agregó Jennifer Reyes que además de ampliar el concepto de ciencia, se incluyen otros 9 términos que son:

-Tecnología, innovación, cultores y cultoras científicos y tecnólogos, cultura científica, saberes ancestrales, actividad científica tecnológica y de innovación, investigación, invención y gestión social de la ciencia-.

Este documento legal define al cultor (a) científica y al tecnólogo, como las personas con talentos y habilidades para la ciencia, la tecnología e innovación y sus aplicaciones, cuyas iniciativas estén vinculadas al saber popular y que contribuyan a la solución de necesidades concretas.

Se reconoce el valor de la cultura científica de los saberes ancestrales como conocimientos, prácticas, costumbres procedentes de pueblos originarios transmitidos de generación y que se han conservado en el marco de las dinámicas de la convivencia comunitarias.

Mención especial para el artículo 3, que pasa a ser el 5, en el cual se visibiliza el talento de la mujer en el área de ciencia, tecnología e innovación.

“Se dedica un artículo a la ‘mujer científica’, se le incluye como protagonista activa en este proceso de transferencia y generación de conocimientos” precisó la vocera del INZIT.

Zulia pluricultural

En el caso del Zulia, plantea la investigadora del INZIT, esta ley tendrá gran impacto porque es una región pluricultural porque convergen varias etnias: Añú, Japreira, Yukpa, Wayuú, Barí, cuyas comunidades han preservado entre sus costumbres actividades de producción como la caza, la pesca, y diversos cultivos entre ellos: el cacao, café, plátano, arroz, palma aceitera, al que han integrado otros rubros como arroz, tomate y guayaba acorde a la tipología de los suelos con predominio en la zona sur del lago, específicamente en los municipios Catatumbo, Jesús María Semprúm y Colón; mientras que en la Costa Oriental del Lago es Ceuta el sector con tradición pesquera. 

La ingeniera refirió que, varios municipios del Zulia son agroproductores, allí la ciencia, la tecnología y la innovación avalan la generación y transferencia de conocimiento por centurias, que incluyen tanto a la industria petrolera como a la agricultura.

“La actividad científica inicia un proceso trascendental de desarrollo no solo en el ámbito cultural o histórico, el enfoque es detectar necesidades, problemas locales y darles la atención pertinente, a la par de las prioridades nacionales, con una extensión especial para la región”, concluyó Reyes.

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Prensa LOV/CCGuerra

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