¿Votos o barranco?

«La unidad lo hace todo y, por lo mismo, debemos conservar este precioso principio», Simón Bolívar.

La peor diligencia es la que no se hace sigue siendo una verdad muy válida cuando en estos momentos la oposición se juega, el ahora o nunca, que permita salir de la desgracia de 25 años de destrucción a cargo del modelo político e ideológico chavista que tocó fondo por agotado, embustero y engañoso que de imponerse el 28J sólo significará más miseria, pobreza, atraso y la salida de un número desconocido de personas que huirán a otras latitudes del mundo.

También que a buen entendedor le sobran palabras si y solo si la voluntad mesiánica, única y egoísta de algunas mentes no comprenden que la unidad verdadera debe salir del esfuerzo, diálogo y del entendimiento de los factores políticos que tienen la obligación de decidir una candidatura unitaria, porque los venezolanos lo que deseamos son elecciones, votar y no caer por un barranco similar al que nos empujaron, la última vez en el 2018, que nos trajo adonde estamos hoy estancados.

No es casualidad, pero sólo pocos días atrás salimos de la Semana Santa cuando recordamos al apóstol Santo Tomás, el mismo que dudó y no quedó convencido que Jesucristo había resucitado hasta «ver para creer» en persona al hijo de Dios, quien se le apareció en presencia de los otros discípulos y le permitió al incrédulo que tocara y observara las heridas, cual evidencias del martirio que vivió el Nazareno.

La analogía, semejanza o parecido con el momento político que vivimos en Venezuela, tiene que ver mucho con la incredulidad que afecta a nada santificados mortales que no quieren «ver ni creer» que su actitud pone en peligro la victoria opositora, cuando saben que divididos, separados y dispersos le estamos colocando la alfombra roja al continuismo de Maduro en Miraflores.

Esa es la verdad que tenemos hasta ahora que provoca y produce en muchos escepticismo, dudas y desasosiego. Sin embargo estamos a tiempo de evitar una catástrofe que nos pese toda la vida. Hay que agotar todo esfuerzo en dialogar, conversar, concretar y llegar al mejor entendimiento que lleve con la suma de todos al nacimiento de una sólida candidatura opositora.

Olvidan que el verdadero dolor de cabeza  del oficialismo está en no tener pueblo, votos, sino más bien un debilitado piso político de sustentación que llega hasta a la decepción de su propia militancia y cuadros que igual están comiéndose un cable y sufriendo el malestar del resto de los venezolanos, víctimas, entre tantas miserias, de pésimos servicios públicos que han desbordado y desenmascarado a la ineficiencia de quienes ya no gritan aquel «así, así, así es que se gobierna».

Por eso es ahora o nunca el mejor momento de sacar a fuerza de votos a éste mal gobierno, ineficiente, mentiroso y embustero. Es responsabilidad de María Corina Machado y de la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, seguir dialogando y concretando una solución que produzca un resultado satisfactorio de la candidatura opositora lo antes posible.

El tiempo está agotándose. Es seguro que esa candidatura tendrá el respaldo del 80 por ciento de la gente que quiere un cambio de gobierno. Los venezolanos sabemos que ella ni a quien ella ha propuesto ha sido admitida por el CNE. Su aspiración legítima la logró bien ganada el 22 de octubre de 2023, cuando llegó de primera en las Primarias, pero la cobardía del gobierno la sacó vetadas de la carrera y también a su reemplazo, Corina Yoris.

Su caudal electoral es un patrimonio de los venezolanos que debe estar a disposición de quien tenga que liderar la candidatura opositora, no usándose como chantaje, extorsión o de retaliación contra ningún partido que integra la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, entendiéndose que el enemigo no está en esta alianza, sino en el adversario que hace cualquier cosa para separar, dividir y poner a pelear a la oposición.

Ahora bien si es por todos sabido que el objetivo que tenemos que derrotar en las elecciones del 28 de julio representa el continuismo de la tragedia, es absurdo, disparatado, insensato o descabellado seguir alimentando una matriz de opinión, según la cual, María Corina Machado, puede tener algún chance en ser la candidata opositora.

Ella misma lo dijo el pasado viernes cuando atendió a la prensa extranjera y asomó, sin explicación, algo para el 18 de julio creando, obviamente, expectativa. Eso, decimos en el Zulia, es mentir, falsear la verdad y embullar a la gente.

¡Amanecerá y Veremos!

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José Aranguibel Carrasco / CNP-5003

Ilustración: Feto

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